Comprende la elección de alimentos, formas de
preparación y formas de distribución que el médico o el dietista efectúan una
vez establecida la cantidad de calorías, proteínas, vitaminas, etc.,
determinadas en la «prescripción del régimen», mediante una fórmula: la
fórmula sintética.
La elección de los alimentos en los diabéticos
debe hacerse teniendo en cuenta el carácter permanente del régimen. De allí que
no sea una lista de comida fríamente entregada por el médico, sino toda una
política de alimentación a encarar. En ella deben contemplarse todas las
facetas de la psicología y las distintas modalidades de la vida profesional y
social del paciente.
El diabético debe compartir la mesa y comer las
mismas preparaciones que su familia, salvo que tenga que seguir una dieta
especial por un síndrome concomitante (régimen insuficiente, hipopro- teico,
hiposódico, etc.).
El dietista, con el conocimiento que tiene de las
variaciones dietéticas, con mayor tiempo disponible para discutir con el
enfermo y sus familiares todos los detalles prácticos del régimen, es un
elemento técnico muy valioso. Es tan importante esta función que, cuando no sea
posible contar con ella el médico deberá suplirla, dedicando una consulta
especial no menor de media hora de duración.
Durante la misma deberá llenar las funciones de
información y motivación que tiene el dietista. Cuando el enfermo es un hombre,
es indispensable que sea acompañado por lapersona responsable de la preparación
de la comida.
El dietista desempeña también una función
importante cuando el enfermo consulte respecto de su dieta en caso de viajes,
campamentos, cambio de horarios de trabajo, concurrencia a actos sociales,
etcétera.