Hoy en día, la insulina se produce de dos formas. El tipo menos utilizado se extrae todavía del páncreas de los cerdos y las vacas. Pero este tipo de insulina puede ocasionar reacciones alérgicas en algunas personas. La versión más popular es producida en los laboratorios por bacterias que están programa das, gracias a la ingeniería genética, para fabricar insulina humana sintética. Toda la insulina se debe administrar con inyecciones o través de una bomba, no por vía oral, porque es una proteína y sería destruida por los ácidos del estómago si se ingiriese.
A la hora de recibir un tratamiento para la diabetes, nuestro mñedico deberá elegir el tipo de insulina más adecuado a nuestra enfermedad.
Tipos de insulina.
Hay casi treinta tipos de insulina, que se pueden clasificar en tres grandes categorías: de acción prolongada o rápida (regular), de acción intermedia y de acción lenta. La insulina actúa ayudando a la glucosa a atravesar las paredes celulares para que pueda ser utilizada como energía. Todas las insulinas exógenas (aquellas que se introducen en el cuerpo, opuestas a las insulinas endógenas, que son producidas de forma natural por el cuerpo) difieren en la velocidad con la que empiezan a actuar, en cuánto tardan en alcanzar el máximo de actividad en el cuerpo, y durante cuánto tiempo seguirán actuando.Esta amplia selección permite mezclar y ajustar los tipos según necesidades específicas. Algunos tipos de insulina se pueden adquirir ya mezclados, por ejemplo, una de acción rápida y otra de acción intermedia. La ventaja de esta mezcla es que proporciona a su cuerpo la insulina que necesita de inmediato y también otra, que empezará a actuar cuando la primera se haya acabado. Esto elimina la necesidad de una segunda inyección.
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